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Colombia – Cambio de Imagen y de Reputación

Luis Fernando De Angulo quien maneja los programas de responsabilidad social de la Oxy a nivel mundial me decía recientemente que más que un cambio de imagen, Colombia debe trabajar en un cambio de reputación. Si entendemos por imagen lo que los demás ven, la fachada, y por reputación la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, pienso que Colombia ha avanzado mucho en cambio de imagen y de reputación. Pienso también que estamos en un momento coyuntural único en nuestra historia donde debemos hacernos una pregunta básica: estamos dispuestos a echarle leña a un fuego alimentado por una serie de revoluciones silenciosas o si le echamos agua a ese fuego y regresamos a nuestra vieja naturaleza.

Para examinar la pregunta es importante entender que estamos en medio de un cambio de paradigmas y que esos cambios de paradigmas han sido creadores y a la vez creación de por lo menos 4 grandes revoluciones. ¿Cómo se construyen los paradigmas? La principal forma como se construyen los paradigmas es mediante las historias. Pueden ser historias que uno vive o que escucha. Esas historias, contadas de persona en persona, se convierten en los modelos o mapas mentales (paradigmas) de una comunidad. ¿Qué tipo de historias contamos en Colombia? Cada vez escucho más las historias de una Colombia capaz, recursiva, inteligente, curiosa, trabajadora, apasionada y alegre. Cada vez veo más gente metida en un nuevo paradigma de que tu vales por tu capacidad de construir y no de destruir.

Colombia es un país de paradojas, un país rico que se ve como pobre. un país donde la comida crece salvaje, y la gente padece de hambre en las calles. la nación mas contenta del mundo, y aquella donde hay mucha gente descontenta. el primer país en páramos, las fábricas de agua, con sed de venganza y revanchismo. la nación de Shakira, Llinás, Juanes, Garcia Márquez, Botero, con 35,000 menores en prostitución, el segundo país en biodiversidad en el mundo, y 11% de desempleo, la segunda diáspora latina mas adinerada en los EEUU, y más de 2 millones de desplazados, la nación con la segunda bolsa de valores mas rentable del mundo y 49% de la población en pobreza, un país con ideas y creatividad de clase mundial, y una brecha inmensa entre las ideas y la acción, el calor humano de los colombianos, y la desconfianza que nos caracteriza.



Clinton decía en su última visita en Colombia, observe los tendencias y no los titulares. Colombia está en medio de cuatro grandes revoluciones: la de la juventud, la cultural, la de la diáspora y la de los medios. El cambio inició con un hito - En 1999, 11 millones de colombianos protagonizaron la marcha más importante contra una guerra en la historia de la humanidad, según Thomas Pickering del Departamento de Estado norteamericano.

La revolución de la juventud está protagonizada por miles de jóvenes quienes han decidido ser parte de la diferencia. Me decía un funcionario público de Colombia Joven, “tenemos tantos jóvenes que quieren hacer algo para mejorar las cosas, que no sabemos que ponerlos a hacer. Estos jóvenes han transicionado de una Colombia del CVY (Como Voy Yo) a una Colombia del CVT (Como Vamos Todos).

La revolución cultural tiene una fuerza catalizadora inmensa. Genera un efecto espejo que cambia la autoestima de un pueblo. Nos da la oportunidad de tener una nueva narrativa para construir una identidad diferente. Gabo de cía, “…empezamos a deslumbrar una apoteosis de la creatividad artística de los colombianos y a darnos cuenta de la buena salud del país con una conciencia definitiva de quienes somos y para que servimos.” La revolución cultural ayuda tanto al cambio de imagen como al de reputación.

La revolución de la diáspora también logra ambos cambios. Cuando colombianos como el Dr. Raul Cuero de Buenaventura, Profesor Distinguido de la Universidad
Texas A&M trabaja en la creación de nuevos paradigmas científicos, entendiendo como el entiende que “El poder está no en tener conocimiento sino en crearlo…Yo experimento esto a diario, de allí mi apetito por inventar para así sobrevivir ”

La revolución de los medios es la mas incipiente de las cuatro. Francisco Santos, Periodista y Vicepresidente de la República decía en el 2002, “Sueño con unos medios de comunicación que incluyan, que muestren la verdadera realidad y no solo una parte de ella como hoy sucede”. Veo cambios importantes en varios medios de comunicación que han entendido que ellos pueden ser parte de la solución o del problema, que al insistir en mostrarnos el espejo roto, la Colombia que no funciona, sin los contrastes y los contextos adecuados de la Colombia que si funciona, quizás están contribuyendo a perpetuar esa realidad negativa.

Colombia está en medio de una transición de una preocupación profunda por proteger estatus y estética a una ocupación intensa en construir sustancia y esencia. Veo los esfuerzos de construcción de marca Colombia bien enfocados. Su éxito dependerá más en qué porcentaje de los colombianos decidamos echarle leña al fuego vs echarle agua. Recordemos que la inspiración genera ideas, las ideas aunadas con compromiso generan acción, la acción aunada con disciplina y reconocimiento genera hábitos, la acción aunada con contagio genera modelos, los hábitos y modelos aunados con entusiasmo generan paradigmas nuevos, los nuevos paradigmas aunados con paciencia y apoyo generan un cambio, y los cambios contados mediante historias generan inspiración.

Pedro Medina
Director de la fundacion Yo creo en Colombia

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